Los trastornos de motilidad esofágica son padecimientos relativamente poco frecuentes, se cree que causan dolor torácico o disfagia en algunos pacientes. Se diagnostican, no por síntomas específicos ni estudios de imagen, sino sobre la base de patrones específicos observados en la manometría esofágica, que van desde la ausencia completa de contractilidad en pacientes con acalasia hasta contracciones inusualmente fuertes o desordenadas en quienes tienen motilidad hipercontráctil o “espasmo esofágico”.1
La acalasia tiene criterios diagnósticos objetivos y bien definidos, así como opciones de tratamiento efectivo basado en evidencia, aunque a menudo su diagnóstico se retrasa; por el contrario, investigación reciente indica que los trastornos de motilidad hipercontráctil tal vez se diagnostican de forma excesiva,2 lo que provoca intervenciones innecesarias e irreversibles. Aunque la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y trastornos esofágicos funcionales no reconocidos tienen una mayor probabilidad de causar síntomas crónicos que la acalasia o los trastornos de motilidad hipercontráctil,3,4 los médicos familiares deben familiarizarse también con el conocimiento y la terminología actual, de estos padecimientos menos frecuentes para asegurar una referencia oportuna para la realización de pruebas e intervención.
Este contenido clínico se ajusta a los criterios de la AAFP para educación médica continua (CME, continuing medical education). Revelación del autor: sin afiliaciones financieras relevantes.
SORT (Strength of Recommendation Taxonomy): RECOMENDACIONES CLAVE PARA LA PRÁCTICA
Recomendación clínica
Calificación de la evidencia
Comentarios
Los médicos deben asegurarse de realizar una evaluación y tratamiento óptimo de los padecimientos como enfermedad por reflujo gastroesofágico y trastornos esofágicos funcionales, antes de referir a los pacientes para pruebas en busca de trastornos de la motilidad esofágica.1,4-7