La costocondritis es una causa frecuente de dolor torácico. Ocurre con mayor frecuencia en adultos entre 40 y 50 años de edad, con un ligero predominio en las mujeres. Aunque en la pared torácica, los padecimientos musculoesqueléticos y de otro tipo son la causa más frecuente para el dolor torácico que se presenta en la atención primaria, un diagnóstico diferencial inicial debe incluir un origen cardiovascular, psicógeno, pulmonar, gastrointestinal y desconocido o de otro tipo (de más a menos frecuente, respectivamente). Además, los médicos deben estar atentos durante todo el estudio diagnóstico debido a que una importante porción de pacientes con dolor a la palpación en pared torácica quizá tenga también un infarto del miocardio. Después de que se ha determinado una causa musculoesquelética o en la pared torácica, el diagnóstico diferencial incluye costocondritis, traumatismo en músculo (que incluye el posoperatorio) o sobreesfuerzo, artritis, fibromialgia, neoplasia, infección, herpes zoster, síndrome de Tietze, síndrome de xifoides doloroso y síndrome de costilla deslizante. El diagnóstico de costocondritis se basa en gran medida en la historia clínica y una exploración física que demuestra la reproducción del dolor a través de la palpación de la región paraesternal de la pared torácica, realización de la maniobra del gallo que canta y/o una maniobra de aducción torácica cruzada. Aunque se carece de evidencia de alta calidad, las opciones de tratamiento incluyen la aplicación de calor local, antiinflamatorios no esteroideos tópicos u orales, parches de lidocaína, crema de capsaicina, fisioterapia y acupuntura. La mayoría de los pacientes tendrá una resolución completa de los síntomas en unas cuantas semanas de terapia conservadora. Los casos refractarios en ocasiones responden a las inyecciones de corticoesteroides. (Am Fam Physician. 2021;104(1):73-78. Copyright © 2021 American Academy of Family Physicians.)