Robert C. Langan, MD, St. Luke’s Family Medicine Residency Program, Sacred Heart Campus, Allentown, Pennsylvania Andrew J. Goodbred, MD, St. Luke’s Family Medicine Residency Program, Anderson Campus, Easton, Pennsylvania
La hepatitis A es una causa frecuente de inflamación aguda del hígado e ictericia, en el mundo entero, y hasta 2004 era el tipo de hepatitis que se notificaba con mayor frecuencia en Estados Unidos.1 Una combinación de amplia vacunación, prácticas de seguridad de alimentos y una mejor higiene disminuyó la incidencia de la hepatitis A en Estados Unidos desde 1970 hasta 2015. Sin embargo, las tasas de infección han aumentado en fechas recientes debido a grandes brotes comunitarios en personas susceptibles.2
Epidemiología
En el mundo entero, se calcula que se notifican 1.4 millones de casos de hepatitis A cada año, y sigue siendo una enfermedad infecciosa importante para la mayor parte de la población mundial.3 Antes del desarrollo e implementación de la vacuna contra la hepatitis A, se notificaban los casos anuales de infección aguda en Estados Unidos en decenas de miles, con un máximo de 59,606 casos en 1971.4 Después de la aprobación de la primera vacuna, el número de casos estadounidenses cayó 92% entre 1995 y 2010.1 Esta disminución en los casos ocurrió después de una cobertura moderada de la vacunación, lo que indica un importante efecto de inmunidad de rebaño.5 Sin embargo, en estados Unidos se ha observado un aumento acelerado de casos, provocado por varios brotes de contagio persona a persona y relacionados con los alimentos, a partir de 2016.4,6,7 Estos episodios junto con varios brotes en Europa a lo largo de los últimos cinco años, han provocado el resurgimiento de la hepatitis A en áreas consideradas como regiones de baja incidencia.3,8 La falta de inmunidad diseminada en los adultos en las naciones afectadas, ya sea debido a bajas tasas de inmunización o pocas infecciones previas, proporciona el combustible para los brotes.9 Los avances en la genotipificación de los virus ha permitido a los investigadores detectar el origen y la trayectoria del brote.10
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