La nefropatía terminal (ESRD, end-stage renal disease) se considera cuando la función renal ya no es adecuada para la supervivencia a largo plazo sin un trasplante renal o diálisis.1,2 Cuando esto ocurre, la velocidad de filtración glomerular (GFR, glomerular filtration rate) suele ser menor de 15 mL por minuto por 1.73 m2.3 La insuficiencia renal, un término más conciso, pronto reemplaza a la ESRD.4
La incidencia de ESRD aumentó más de tres veces entre 1980 y 2000 debido al creciente número de pacientes con diabetes mellitus, hipertensión y padecimientos relacionados. Aunque este aumento se ha nivelado, la prevalencia de ESRD aumenta de manera constante, en gran medida debido a la más prolongada supervivencia del paciente. Para 2018, existían más de 750,000 personas con ESRD en Estados Unidos. La enfermedad es costosa y constituye cerca de 10% de los gastos de Medicare por cobros por servicio. Se relaciona también con una alta mortalidad; menos de la mitad de los pacientes que inician hemodiálisis sobrevive cinco años.5
Los médicos de atención primaria desempeñan un papel clave en el diagnóstico de nefropatía crónica, vigilando su progresión, dando tratamiento para los factores de riesgo modificables e identificando y tratando las complicaciones. La evaluación de la nefropatía crónica se analizó en un número previo de American Family Physician (AFP).6 La ESRD a menudo se desarrolla en forma lenta y es posible prevenirla en muchos casos. En este artículo se proporciona una revisión del tratamiento farmacológico de la ESRD, así como de sus enfermedades concomitantes y complicaciones.
Este contenido clínico se ajusta a los criterios de la AAFP para educación médica continua (CME, continuing medical education). Revelación del autor: sin afiliaciones financieras relevantes Información para el paciente: en Ir_al_sitio. está disponible un folleto sobre este tópico.
Referencia a nefrología
La referencia temprana a nefrología para pacientes con aumento de riesgo de ESRD es vital, ya que está relacionada con mejores criterios de valoración centrados en el paciente, incluso en cuanto a mortalidad.3,7 Cerca de un tercio de todos los pacientes recibe poca o ninguna atención de nefrología