Evelyne N. Chiakpo, MD, Boston University School of Medicine and Boston Medical Center, Boston, Massachusetts
Chibuzo J. Aguwa, MPH, MHS, Meharry Medical College School of Medicine, Nashville, Tennessee
Figura 1
Se presenta una mujer de 30 años de edad con dolor en ambas muñecas que empezó hace cerca de ocho meses. El dolor progresó en intensidad y se relacionó con hormigueo, entumecimiento, debilidad y dolor en ambos antebrazos. La paciente utilizó una férula en espiga para el pulgar durante la noche con alivio ocasional inconsistente del dolor. El dolor no mejoró después de tratamiento con analgésicos orales y tópicos. Después del inicio del dolor, se desarrollaron áreas de cambio de coloración en ambas muñecas. La paciente no tiene exposición ocupacional y no ha utilizado productos nuevos para la piel. No tiene antecedentes familiares importantes.
En la exploración física se observan placas bilaterales de 3 a 4 cm, sin elevación, sin descamación, hipopigmentadas, con bordes irregulares que se extienden sobre los primeros compartimientos dorsales (Figura 1). En la placa hipopigmentada del lado izquierdo presenta una equimosis de 1 cm. Las lesiones no producen prurito ni dolor. La paciente no tiene otros