Tratamiento de la hemorragia posparto: recomendaciones de la FIGO
Puntos clave para la práctica
La oxitocina administrada entre la expulsión del recién nacido y el alumbramiento, es la intervención más importante para prevenir la hemorragia posparto.
El ácido tranexámico administrado dentro de las tres primeras horas desde el parto vaginal después de un sangrado de 500 mL reduce hasta 30% la mortalidad.
El taponamiento con balón uterino antes del choque controla más de 80% de los casos de hemorragia posparto que no responde a las intervenciones iniciales y confirma que el útero es la fuente del sangrado.
El traje no neumático, antichoque, proporciona compresión en la porción inferior del cuerpo para aumentar la función cardiaca en la hemorragia posparto, y reduce la mortalidad materna casi a la mitad.
De los editores de AFP
Aunque las definiciones varían, el American College of Obstetricians and Gynecologists define la hemorragia posparto como un sangrado de por lo menos 1,000 mL o sangrado acompañado de signos de hipovolemia dentro de las primeras 24 horas después del parto. La hemorragia posparto complica hasta uno de cada 10 partos y es la principal causa de morbilidad y mortalidad materna en el mundo entero. A pesar de que se han identificado muchos factores de riesgo de hemorragia posparto, la mayoría de los casos ocurre de manera inesperada. La International Federation of Gynecology and Obstetrics (FIGO) publicó nuevas directrices para la prevención y tratamiento de la hemorragia posparto.
La cobertura de las directrices de otras organizaciones no implica respaldo de AFP ni de la AAFP Esta serie está
