La hidradenitis supurativa, también conocida como acné inverso, es una foliculitis crónica que da lugar a la formación de cicatrices profundas e impacta la calidad de vida.
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Epidemiología
La prevalencia de la hidradenitis supurativa en Estados Unidos es cercana a 0.1%, con una incidencia creciente en los últimos 10 años.1,2
El inicio de la hidradenitis supurativa ocurre en la edad adulta joven hasta la edad adulta media (18 a 39 años de edad).1
Los factores de riesgo no modificables incluyen antecedentes familiares, sexo femenino (incidencia de 16.1 y 6.8 por cada 100,000 para mujeres y varones, respectivamente) y la raza negra (incidencia de 30.6 y 11.7 por cada 100,000 en personas de raza negra y blanca, respectivamente).1
Los factores modificables incluyen tabaquismo y obesidad.3,4
La hidradenitis supurativa está relacionada con varios padecimientos sistémicos, que incluyen diabetes mellitus y enfermedad de Crohn (Cuadro 1).5,6
CUADRO 1
Padecimientos sistémicos relacionados con hidradenitis supurativa
- Artritis y espondiloartropatía
- Enfermedad de Crohn
- Diabetes mellitus
- Síndrome metabólico
- Síndrome de ovario poliquístico
- Pioderma gangrenoso
- Trisomía 21 (síndrome de Down)
Información de las referencias 5 y 6
Fisiopatología
La hidradenitis supurativa está mediada por factores inflamatorios e inmunomoduladores que afectan la unidad foliculopilosebácea en las áreas de intertrigo con vello terminal y glándulas apocrinas.
El aumento en la secreción de citocina y quimiocina provoca hiperqueratosis, oclusión folicular y desarrollo de quistes.7,8
Con el tiempo, la ruptura de la unidad foliculopilosebácea desencadena una mayor respuesta inflamatoria que provoca dolor, formación de absceso y fistulas entre las lesiones.
En ocasiones se presenta un ciclo de formación de cicatrices, fístulas, contracturas e inflamación sistémica.