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JUNIO 2024 ­

Intoxicación aguda por medicamento

Irbert L. Vega, MD, University of Connecticut School of Medicine, Farmington, Connecticut

Irbert L. Vega, MD, University of Connecticut School of Medicine, Farmington, Connecticut Matthew K. Griswold, MD, Hartford Hospital, University of Connecticut School of Medicine, Hartford, Connecticut

Dayne Laskey, PharmD, University of Saint Joseph School of Pharmacy, West Hartford, Connecticut

En Estados Unidos, la intoxicación y envenenamiento es la principal causa de morbilidad y mortalidad relacionadas con lesión. Las tasas más altas de envenenamiento se presentan en niños de cinco años y menores, aunque en años recientes, las sobredosis de opioides en adultos jóvenes constituyen la mayoría de las muertes por intoxicación. La intoxicación por medicamentos, accidental o intencional, debe considerarse cuando se evalúa a pacientes con cambios en el estado mental, anomalías en los signos vitales, convulsiones y problemas gastrointestinales o cardiovasculares. Son necesarias una historia clínica completa y exploración física minuciosa en todos los pacientes con intoxicación, el conocimiento de los toxíndromes ayuda a identificar la causa, en los casos en que se desconoce qué se ingirió; sin embargo, su utilidad es limitada cuando se ingieren múltiples tóxicos. Está indicada la electrocardiografía en pacientes que refieren dolor torácico y disnea y en las sobredosis de bloqueadores beta, antidepresivos tricíclicos y antiarrítmicos. La determinación de electrolitos, creatinina sérica y concentraciones de bicarbonato en suero, así como el cálculo de la brecha de aniones son útiles con base en la presentación clínica. El tratamiento de un paciente con envenenamiento/intoxicación se basa en la reanimación y la estabilización enfocada en las vías aéreas, respiración y circulación. Cuando se sospecha envenenamiento/intoxicación, el Poison Control proporciona acceso a los trabajadores de la salud y al público en general, a un especialista las 24 horas del día. (Am Fam Physician. 2024;109(2):143-153. Copyright © 2024 American Academy of Family Physicians.)

En Estados Unidos se notifican más de dos millones de exposiciones a venenos o tóxicos al año. La mayoría de las intoxicaciones no es intencional y no provoca la muerte.1,2

 

Este contenido clínico se ajusta a los criterios de la AAFP para educación médica continua (CME, continuing medical education).
Revelación del autor: sin afiliaciones financieras relevantes

Epidemiología

En Estados Unidos, las intoxicaciones son la principal causa de muertes relacionadas con lesiones, y representaron 102,001 muertes en 2021, además, han superado las muertes anuales por choque de vehículos automotores desde 2013.3 El número de muertes por envenenamiento/intoxicación aumentó 36% entre 2019 y 2021, tal vez debido a la crisis de salud pública por la epidemia de opioides y empeoramiento de la salud mental relacionada con la pandemia de COVID-19.4 La mortalidad atribuible a las muertes por sobredosis de opioides aumentó 41% de 2019 a 2020, con un aumento adicional de 18% en el 2021. Los adultos de 35 a 44 años constituyeron el grupo con la mayoría de las muertes por sobredosis de opioides de cualquier grupo .3

Las tasas más altas de exposición a venenos se relacionan con la conducta de exploración y curiosidad de los niños de cinco años y menores, los cuales constituyen 41.7% de todas las exposiciones, aunque sólo 1.6% de las muertes relacionadas con exposición. En contraste, según el informe anual del 2021, del National Poison Data System, 92.5% de los envenenamientos/ intoxicaciones letales ocurrió en adultos de 20 años y mayores.2 En el Cuadro 1 se presentan las sustancias más frecuentes implicadas en las exposiciones a envenenamiento/ intoxicación en niños y adultos.2

 

CUADRO 1
Sustancias implicadas con frecuencia en intoxicaciones de niños y adultos
Adultos % de exposición total Niños % de exposición total
Analgésicos 11.16 Cosméticos/productos de aseo personal 10.84
Sedantes hipnóticos o antipsicóticos 7.49 Sustancias para limpieza en el hogar 10.67
Antidepresivos 7.05 Analgésicos 8.16
Medicamentos cardiovasculares 6.76 Complementos dietéticos/ productos de herbolaria/homeopáticos 7.00
Sustancias para limpieza en el hogar 6.29 Cuerpos extraños/ juguetes/ otros 6.51
Alcohol 4.47 Vitaminas 4.84
Anticonvulsivos 3.78 Antihistamínicos 4.81

Información de la referencia 2

Estrategia inicial

El médico familiar participa en la asignación del protocolo de intervención, estabilización, tratamiento y disposición de los casos de sospecha o confirmados de intoxicación; por lo tanto, vale la pena considerar la intoxicación intencional o accidental cuando se evalúa a los pacientes con cambios en el estado mental, anomalías en los signos vitales, convulsiones y problemas gastrointestinales o cardiovasculares. La historia clínica y la exploración física son importantes para reconocer al paciente envenenado o intoxicado. El conocimiento de los toxíndromes facilita el reconocimiento de la causa de ingestiones desconocidas, aunque su utilidad es limitada cuando se ingieren múltiples tóxicos.5-9 Cuando se sospecha intoxicación, el Poison Control (800-222-1222) proporciona trabajadores al cuidado de la salud y acceso público a un especialista, las 24 horas del día. Los centros de control de envenenamiento/intoxicación desempeñan un papel importante al reducir la utilización innecesaria de los recursos médicos y sirven como una herramienta de vigilancia epidemiológica.

Los antimuscarínicos por lo general denominados anticolinérgicos (p.ej., diciclomina, difenhidramina, oxibutinina, escopolamina) provocan un estado mental con agitación, alucinaciones que incluyen fornicación, delirio hiperactivo, la TA, FC y temperatura aumentan, se presenta midriasis, los ruidos intestinales están disminuidos, hay ataxia, piel caliente y seca. Los colinérgicos (p.ej., donepezilo, galantamina, piridostigmina) no provocan alteraciones del estado mental, la TA, FR y la FC pueden estar elevadas o disminuidas, se encuentra miosis y midriasis, broncorrea, ruidos intestinales aumentados, fasciculaciones, debilidad y diaforesis. Los opioides (p.ej., codeína, fentanilo, hidromorfona, oxicodona) provocan depresión del sistema nervioso central, coma en los casos graves, estupor la TA, FC y FR están disminuidas, miosis, depresión respiratoria, bradipnea, hipopnea, ruidos intestinales disminuidos, disminución del dolor, disminución de los reflejos, piel fría y húmeda, cianosis. El síndrome de abstinencia de opioide provoca disforia, aumento de la FC, midriasis, con aumento de los ruidos intestinales, hiperreflexia no focalizada, bostezos, piloerección, diaforesis. Los sedantes hipnóticos (p.ej., alprazolam, clonazepam, lorazepam) provocan amnesia anterógrada, depresión del sistema nervioso central, deterioro cognitivo, coma en los casos graves, estupor, lo típico es que estén normales los signos vitales con disminución de la TA, nistagmo, depresión respiratoria: bradipnea, hipopnea en los casos graves, lenguaje arrastrado, ataxia con piel normal. El síndrome de serotonina provoca agitación, delirio hiperactivo, aumento de la TA, FC, FR y temperatura, clono ocular, los ruidos intestinales son normales o aumentados, hiperreflexia, clono y diaforesis. Los simpaticomiméticos provocan

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