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DICIEMBRE 2024
Mastitis: revisión rápida de la evidencia
Erin F. Morcomb, MD; Carmen M. Dargel, MD; and Sydney A. Anderson, DO
La mastitis representa un espectro de padecimientos inflamatorios. La mastitis de la lactancia es la más frecuente, con cerca de 10% en Estados Unidos, y suele ocurrir en los primeros tres meses después del parto. El diagnóstico es clínico y se basa en la presencia de síntomas como fiebre, malestar general, dolor a la palpación de las mamas y eritema o hiperpigmentación en la piel suprayacente y no es necesario hacer pruebas de laboratorio o estudios de imagenología. Sin embargo, en ocasiones se debe considerar tomar una muestra de leche para hacer cultivo y guiar la terapia antibiótica; debe realizarse una ultrasonografía para identificar abscesos en las pacientes con inmunocompromiso o quienes tienen síntomas que empeoran o recurrentes. Debido a que la mayoría de los casos de mastitis es causada por inflamación y no una infección verdadera, uno a dos días de medidas conservadoras como tratamiento de prueba (es decir, antiinflamatorios no esteroideos, aplicación de hielo, alimentar al bebé directamente del pecho y minimizar la extracción mecánica) es a menudo tratamiento suficiente. Si los síntomas no mejoran, es posible prescribir antibióticos de espectro reducido para cubrir la flora que con frecuencia está en la piel (p. ej., Staphylococcus, Streptococcus). La mayoría de las pacientes se trata de manera ambulatoria con antibióticos orales; sin embargo, si el padecimiento empeora o existe inquietud acerca de sepsis, tal vez se requiera hospitalización con antibióticos intravenosos. El uso de probióticos para el tratamiento o prevención no se apoya en evidencia de calidad. Los factores que aumentan el riesgo de mastitis incluyen la sobreestimulación de la producción de leche y traumatismo al tejido debido a masaje agresivo de las mamas; por lo tanto, ya no se recomienda la sobrealimentación frecuente, extracción mecánica de manera excesiva para vaciar las mamas, aplicación de calor, ni masaje en mamas, ya que empeora el padecimiento. La mejor prevención es la técnica de lactancia adecuada, que incluye un buen agarre del lactante y, si es posible, recomendar la alimentación fisiológica al seno materno en vez de extraerla mecánicamente. Am Fam Physician. 2024;110(2):174-182. Copyright © 2024 American Academy of Family Physicians. |
La mastitis es un padecimiento inflamatorio frecuente que a menudo se relaciona con la lactancia, aunque también es posible que se presente en pacientes que no están en lactancia.1 Ya no se considera como diagnóstico único, sino un espectro de trastornos resultado de la inflamación en la glándula mamaria.2 En este artículo se proporciona un resumen y revisión de la mejor evidencia disponible, orientada al paciente, para los trastornos del espectro de mastitis.
Este contenido clínico se ajusta a los criterios de la AAFP para educación médica continua (CME, continuing medical education). |
EPIDEMIOLOGÍA
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