Un niño de 10 años de edad, se presenta con un exantema que se desarrolló dos días antes en sus extremidades inferiores y después se diseminó a nalgas, abdomen, espalda y brazos (Figura 1). No se presentaba en pies, manos o cara. El paciente refiere prurito y dice que en algunas áreas del exantema eran dolorosas. No presentó fiebre ni algún otro síntoma.
Su madre informa que no ha habido cambios recientes en el detergente, jabón o champú corporal. Ella tenía la preocupación acerca de un brote de enfermedad de manos, pies y boca en la escuela de su hijo. Comenta que el niño, en fechas recientes, ha pasado tiempo en la tina caliente, pero que esta ha sido limpiada de manera minuciosa antes de usarla. La madre y el padre del paciente desarrollaron exantemas similares un día después de que apareció el de su hijo.