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Anemia en lactantes y niños: evaluación y tratamiento

Meghan F. Raleigh, MD; Ashley S. Yano, MD; y Nathan E. Shaffer, DO

La anemia afecta a más de 269 millones de niños en el mundo entero, que incluyen a 1.2 millones de niños en Estados Unidos. Aunque la anemia se presenta con numerosos síntomas, a menudo, los niños están asintomáticos al momento del diagnóstico. A menudo, la anemia en los lactantes y niños surge más por deficiencia nutricional de hierro, aunque también puede ser el resultado de trastornos genéticos de la hemoglobina, sangrado, infecciones y otros padecimientos. En Estados Unidos, los programas de detección en recién nacidos evalúan en busca de causas genéticas de anemia al nacer. La US Preventive Services Task Force considera que la evidencia es insuficiente para recomendar la detección universal de niños asintomáticos en el primer año de vida; sin embargo, la American Academy of Pediatrics recomienda hacer detección en todos los niños antes del año de edad. La evaluación de laboratorio inicial consiste en una biometría hemática completa, con otras pruebas dependiendo del volumen corpuscular medio. La anemia microcítica es el trastorno hematológico más frecuente en los niños, con la deficiencia de hierro como la causa más frecuente. Se recomienda una dosis de 2 a 6 mg/kg por día de sulfato ferroso como la complementación de hierro oral más efectiva para pacientes con anemia por deficiencia de hierro. El retraso en el pinzamiento del cordón umbilical al nacer, evita una deficiencia temprana de hierro, aunque no existe certidumbre en los criterios de valoración clínicamente relevantes. La anemia normocítica se clasifica según el recuento de reticulocitos y es posible que refleje hemólisis (recuento elevado de reticulocitos) o supresión de médula ósea (recuento bajo de reticulocitos). La anemia macrocítica es menos frecuente en los niños y lo típico es que sea el resultado de deficiencias nutricionales o una mala absorción de cobalamina (vitamina B12) o de folato. La referencia a hematología pediátrica es favorable para pacientes que no responden al tratamiento y las referencias son cruciales para cualquier supresión de médula ósea que se diagnostique. Am Fam Physician. 2024;110(6):612-620. Copyright © 2024 American Academy of Family Physicians.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019, se diagnosticaron 1.2 millones de niños de seis meses a cinco años de edad en Estados Unidos y 269 millones de niños en el mundo entero, con anemia.1,2 Cerca de 40% de los casos de anemia de la niñez es provocado por deficiencia de hierro, la cual es la deficiencia nutricional, de un solo nutriente, más frecuente en este grupo de edad.3 Otras causas de anemia incluyen sangrado, trastornos genéticos de la hemoglobina y enfermedad infecciosa.

 

Este contenido clínico se ajusta a los criterios de la AAFP para educación médica continua (CME, continuing medical education).
Revelación del autor: sin afiliaciones financieras relevantes

DETECCIÓN DE ANEMIA

Debido a que los niños a menudo están asintomáticos al momento del diagnóstico, la determinación de la prevalencia de la anemia se basa en la detección en busca de anemia de la niñez en niños sin síntomas.4 Las directrices actuales tienen diferencias entre ellas. La US Preventive Services Task Force (USPSTF) considera que la evidencia es insuficiente para recomendar a favor o en contra de la detección en niños asintomáticos.5 La American Academy of Pediatrics recomienda de manera específica la detección universal desde los nueve hasta los 12 meses de edad, aunque reconoce ciertas inquietudes acerca de la precisión y las causas múltiples de anemia.3

En algunos programas gubernamentales la detección en busca de anemia es obligatoria. El Special Supplemental Nutrition Program for Women, Infants, and Children requiere medición en lactantes y niños para identificar el riesgo nutrimental para entrar al programa.6 En Estados Unidos, los programas de detección en el recién nacido, específicos de cada estado, a menudo incluyen padecimientos genéticos, como hemoglobinopatías, relacionadas con anemia.7

DIAGNÓSTICO

Está indicado hacer pruebas en busca de anemia en niños que se presentan con signos y síntomas de anemia como palidez, fatiga, palpitaciones o disnea. La anemia crónica se manifiesta como crecimiento deficiente, fallas en el crecimiento o síntomas neurocognitivos.8 Cuando se sospecha anemia, es importante hacer interrogatorio sobre restricciones dietéticas, antecedentes familiares y factores de riesgo (Cuadro 1).8-10 En la exploración física se deben buscar hallazgos que indiquen anemia como conjuntivas pálidas, taquicardia y soplo de eyección sistólico (Cuadro 2).9-12 En los niños, la anemia se define como una concentración de hemoglobina menor de dos desviaciones estándar (SD) por debajo del valor promedio para la edad.13 La evaluación de laboratorio inicial debe incluir una biometría hemática completa y un volumen corpuscular medio (MCV, mean corpuscular volume), con lo cual se clasifica la anemia como normocítica, microcítica o macrocítica 8 (Figura 1).10

 

CUADRO 1
Factores de riesgo para anemia
Sangrado crónico Trastornos de sangrado
Alimentado al seno materno de forma exclusiva sin complementación con hierro después de los cuatro meses de edad
Problemas de alimentación
Antecedente de prematuridad
Aumento de consumo de leche de vaca
Exposición a plomo
Bajo peso al nacer
Nivel socioeconómico bajo
Síndromes de malabsorción
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