Jideofor K. Ndulue, MD, MSPH, y Chiagoziem J. Ndulue, MD, MPH
Una mujer de 21 años se presenta en urgencias con fiebre y empeoramiento de una erupción facial, ambos de dos días de evolución.
La erupción comenzó como una pequeña mancha roja en la mejilla derecha. Se le prescribió trimetoprima-sulfametoxazol. Un día después, acudió a urgencias sin mejoría. Se le administró una dosis de ceftriaxona intravenosa y se le prescribió cefalexina oral. Al día siguiente, la erupción se había vuelto más extensa y dolorosa.
La paciente no había viajado recientemente, ni había tenido contacto con personas enfermas ni había sufrido traumatismos en la zona. No presentaba otros síntomas significativos. Sus signos vitales eran normales y estaba afebril.
La exploración física reveló una extensa zona eritematosa dolorosa pero no fluctuante en la mejilla derecha (Figura 1). Su párpado superior derecho estaba hinchado, pero no presentaba dolor al mover los ojos. Su cavidad oral era normal, sin lesiones visibles. La tomografía