Chatear con Revista Atención Médica

Normalmente responde en algunas horas

Hola, ¿Cómo podemos ayudarte?

Chatear

AGOSTO 2020 ­

Infección por Clostridioides difficile: actualización en el tratamiento

Anne Mounsey, MD; Kelly Lacy Smith, MD; y Vinay C. Reddy, MD, MPH
University of North Carolina School of Medicine, Chapel Hill, North Carolina
Sarah Nickolich, MD, Penn State Health Milton S. Hershey Medical Center, Hershey, Pennsylvania

Las directrices para el diagnóstico y tratamiento de la infección por Clostridioides difficile se actualizaron en fechas recientes. Los factores de riesgo incluyen exposición reciente a instituciones de atención a la salud o antibióticos, en especial clindamicina. La infección por C. difficile se caracteriza por una amplia variedad de síntomas, desde diarrea leve a moderada hasta enfermedad grave con colitis seudomembranosa, íleo colónico, megacolon tóxico, sepsis o muerte. La infección por C. difficile debe considerarse en pacientes que no toman laxantes y tienen tres o más episodios inexplicables de evacuaciones líquidas en 24 horas. Las pruebas en estos pacientes deben iniciarse con inmunoanálisis enzimáticos en busca de glutamato deshidrogenasa y toxinas A y B o prueba de amplificación de ácido nucleico. En los niños mayores de 12 meses de edad, se recomiendan las pruebas sólo para quienes tienen una diarrea prolongada y factores de riesgo. El tratamiento depende de que el episodio sea una infección inicial vs. un caso recurrente y de la gravedad de la infección con base en el recuento de leucocitos, concentración de creatinina sérica y otros signos y síntomas clínicos. Para un episodio inicial de infección no grave por C. difficile, se recomiendan vancomicina oral o fidaxomicina oral. Ya no se recomienda el metronidazol como terapia de primera línea en adultos. El trasplante de microbiota fecal es una opción de tratamiento razonable con tasas altas de curación en pacientes que han tenido múltiples episodios recurrentes y que han recibido la terapia antibiótica adecuada durante por lo menos tres de los episodios. El manejo adecuado de antibióticos es una estrategia clave para disminuir las tasas de infección por C. difficile. En el ámbito rutinario o endémico, se deben limpiar las manos con agua y jabón o un producto a base de alcohol, aunque durante los brotes el agua y jabón son mejores. La Infectious Diseases Society of America no recomienda el uso de probióticos para la prevención de la infección por C. difficile. (Am Fam Physician. 2020;101(3):168-175. Copyright © 2020 American Academy of Family Physicians.)

  Este contenido clínico se ajusta a los criterios de la AAFP para educación médica continua (CME, continuing medical education).
Revelación del autor: sin afiliaciones financieras relevantes.
Información para el paciente: Ir al sitio está disponible un folleto sobre este tópico.

Clostridioides difficile (antes llamado Clostridium difficile) es un bacilo grampositivo, anaerobio, formador de esporas, que se identificó en 1978 como la causa principal de la diarrea relacionada con antibióticos y colitis seudomembranosa. 1 La tasa de infecciones por C. difficile aumentó de 13 a 14. 2 casos por 1,000 adultos entre 2011 y 2015; en la actualidad es el patógeno nosocomial notificado con más frecuencia en Estados Unidos.2 En 2008, se calcularon los costos de la atención médica relacionada con la infección por C. difficile en 4.8 mil millones de dólares para las instituciones de atención aguda.3 En este artículo se analizan las directrices actualizadas en fechas recientes para el diagnóstico y tratamiento de la infección por C. difficile.

Factores de riesgo

El uso de antibióticos es el factor de riesgo más ampliamente reconocido, y los cursos más largos aumentan aún más el riesgo. Cualquier agente antimicrobiano puede causar infección por C. difficile, pero la clindamicina es la más frecuente (Cuadro 1).4,5 Otros factores de riesgo incluyen enfermedad grave, tener más de 70 años de edad, supresión de ácido gástrico, alimentación enteral, cirugía gastrointestinal, obstrucción de intestino delgado, obesidad, trasplante de hemocitoblastos y de órgano sólido, enfermedad inflamatoria intestinal, cirrosis, puerperio, nefropatía crónica, hiperglucemia, hipoalbuminemia y leucocitosis6,7 (Cuadro 2).7

En un estudio de cohorte retrospectiva reciente, de adultos con infección por C. difficile en el Veteran Health Administration, se encontró que 60% de los casos se diagnosticó después de más de dos días de hospitalización; estos se clasificaron como infecciones adquiridas en una institución de atención a la salud.8 El restante 40% eran infecciones adquiridas en la comunidad, y en promedio, 62% de estos se relacionó con el uso de antibiótico. A lo largo del estudio de 11 años, la proporción de casos adquiridos en la comunidad, no relacionados con el uso de antibiótico, aumentó de manera constante y con el tiempo superaron el número de casos relacionados con el uso de antibiótico. Durante el mismo periodo, las infecciones adquiridas en una institución de atención a la salud disminuyeron desde 74 hasta 53% de los casos.

CUADRO 1
Riesgo de infección por Clostridioides difficile relacionado con antibióticos
Antibiótico Cociente de probabilidad (IC de 95%)*
Clindamicina 16.80 (7.48 a 37.76)
Cefalosporinas, monobactámicos y carbapenémicos 5.68 (2.12 a 15.23)
Fluoroquinolonas 5.50 (4.26 a 7.11)
Penicilinas 2.71 (1.75 a 4.21)
Macrólidos 2.65 (1.92 a 3.64)
Sulfonamidas y trimetoprim 1.81 (1.34 a 2.43)
Tetraciclinas 0.92 (0.61 a 1.4)
*— En comparación con ausencia de exposición a
Leer más

VISITA NUESTRO BLOG

IR AL BLOG
img

Atención Médica® News

Información exclusiva para médicos