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Un nuevo estudio encuentra
Vínculo entre la prevalencia de cardiopatías congénitas y los ambientes de gran altitud

Los hallazgos se presentaron en el ACC Latin America 2024

18 de septiembre de 2024 — Según un nuevo estudio que se presentó en el ACC Latin America 2024, la prevalencia mundial de cardiopatías congénitas es mayor entre las mujeres que viven en grandes altitudes.

Las cardiopatías congénitas en estas regiones se subestiman y subdiagnostican. Es fundamental implementar políticas de salud pública cardiovascular para garantizar atención efectiva, detección materna, intervención temprana y mejores tasas de supervivencia relacionadas con las cardiopatías congénitas. “Existe una prevalencia subdiagnosticada de cardiopatías congénitas porque no todas las regiones de gran altitud cuentan con los recursos de salud para su evaluación, manejo y seguimiento”, señaló el autor principal, el Dr. Jean Pierre Eduardo Zila-Velasque, médico de la Red Latinoamericana de Medicina en la Altitud e Investigación (REDLAMAI).

La enfermedad cardíaca congénita es un problema con la estructura del corazón presente en el nacimiento y evita que la sangre fluya normalmente. Informes recientes han demostrado que en América Latina y el Caribe, las cardiopatías congénitas son 60_%_más frecuentes que el cáncer y se presentan en 8 a 13 casos por cada 1,000 nacimientos en estas naciones. La hipoxia es una condición en la que no hay suficiente oxígeno en los tejidos para mantener las funciones corporales, lo que también puede afectar el desarrollo y proceso de formación de órganos durante el período embrionario, incluido el corazón. A medida que aumenta la altitud, la presión barométrica disminuye y aumenta el riesgo de hipoxia.

Los autores realizaron un análisis sistemático de estudios transversales sobre la prevalencia de cardiopatías congénitas en personas que viven en regiones a más de 1,500 metros de altura sobre el nivel del mar. El análisis incluyó a 1,180, 544 participantes de ocho países: Bolivia, China, Turquía, Colombia, Ecuador, Etiopía, Estados Unidos y México. Los participantes fueron 52.4 % hombres y 47.6 % mujeres, y las edades oscilaban entre recién nacidos y los 20 años. El estudio se llevó a cabo durante siete meses. “En relación con las variables sociodemográficas, se realizo un análisis por lugar de residencia (área urbana o rural), tipo de residente (nativo o inmigrante) y nivel de altitud en el que reside”, indicó Zila-Velasque. “La información sociodemográfica tuvo mayor impacto en la prevalencia, a diferencia del género, donde se evidenció que la mayoría de pacientes con algún tipo de cardiopatía congénita eran mujeres”.

En todas las poblaciones de gran altitud, la prevalencia de cardiopatías congénitas fue de 8.97 % en general y más frecuente en mujeres. Desglosando por niveles de altitud, la cardiopatía congénita prevaleció en 6.8 % de las personas que vivían a una altitud de 1,500 a 2,500 metros, 14.47 % en 2,500 a 3,500 metros, 7.26 % en 3,500 a 4,500 metros y 1.52 % en 4,500 metros. El tipo más común de defecto cardíaco fue la comunicación interauricular, que se presentó en 29.9 % de los participantes. Las cardiopatías congénitas fueron más frecuentes en los entornos rurales, en los pueblos indígenas y en los países americanos. En comparación, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (U.S. Centers for Disease Control and Prevention), los defectos cardíacos congénitos afectan al 1 % de nacimientos en los Estados Unidos cada año.

“En ambientes de gran altitud, las políticas de salud pública cardiovascular deben abordar los desafíos únicos que plantean los niveles más bajos de oxígeno y el mayor esfuerzo físico”, afirmó Zila-Velasque. “Esto se puede lograr mediante una mejor detección y seguimiento. La implementación de evaluaciones regulares de salud cardiovascular para residentes y trabajadores en zonas de gran altitud podría ayudarnos a identificar y controlar de manera temprana la hipertensión, arritmias y otras afecciones cardiovasculares”.

Estas comunidades a menudo carecen de acceso a atención médica especializada, como cardiólogos capacitados en medicina de gran altitud, y mejorar el acceso podría ayudar a garantizar que las instalaciones locales estén equipadas para abordar emergencias cardiovasculares relacionadas con la altitud. Las campañas educativas que resaltan los riesgos cardiovasculares asociados con los entornos de gran altitud pueden promover la conciencia sobre los síntomas y las medidas preventivas. “Se necesitan más investigaciones sobre la salud cardiovascular en ambientes de gran altitud para comprender mejor los riesgos específicos y las intervenciones efectivas”, afirmó Zila-Velasque.

El American College of Cardiology (ACC), es el líder mundial en la transformación de la atención cardiovascular y la mejora de la salud cardíaca para todos. Como fuente prominente de educación médica profesional para todo el equipo de atención cardiovascular desde 1949, el ACC acredita a profesionales cardiovasculares en más de 140 países que cumplen con calificaciones estrictas y lideran la formación de políticas, estándares y pautas de salud. El Colegio se compromete a garantizar un mundo donde la ciencia, el conocimiento y la innovación optimicen la atención y los resultados del paciente.


Del comunicado y evento ACC Latin America 2024,organizado por The American College of Cardiology, ACC
Editado por Miguel Alberto González Mendoza, para ser publicado en Atención Médica®
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